Creatividad en tiempos de crisis – ¿Innovar o Mejorar? 

La creatividad es mucho más un hábito que un don, y depende tanto más de nuestra voluntad que de la inspiración. Hacer de la creatividad un hábito no tiene más dificultad que proponérselo. Lo que, inevitablemente, implica un esfuerzo. 

La creatividad, es el motor que mueve el progreso en el mundo. La creatividad, individual o colectiva, es el secreto para evolucionar y desarrollarse en todos los órdenes, desde la capacitación personal hasta la fuerza motriz de las empresas y de las instituciones. El poder de las ideas es inmenso y sin ellas no es posible afrontar ninguna estrategia de crecimiento. 

El creativo, ¿nace o se hace?, ¿cómo llega uno a ser creativo? ¿por qué a los grandes creativos se les llama genios? Yo creo que una mente creativa no es ni más ni menos que una mente abierta y flexible. Capaz de buscar las soluciones a cualquier problema usando siempre caminos nuevos, huyendo de la rigidez científica, de lo racional, de los viejos cánones, y atreviéndose siempre a ver las cosas desde una nueva perspectiva. 

Crear a veces no es tan fácil como a uno le gustaría y obviamente que, sin un análisis crítico, podemos perder fácilmente el norte, pero necesitamos una actitud positiva hacia el futuro que nos ayude a pensar que lo vamos a conseguir, el optimismo es por lo tanto la clave para poder conseguir que nuestro ser creativo este siempre presente. 

En tiempos de crisis, la mente se ocupa de realizar nuevas estrategias para resolver asuntos relevantes para nuestra vida personal y profesional y se torna potencialmente más creativa. 

Sin crisis no hay desafíos. A menudo necesitamos afrontar situaciones complicadas que nos inducen a descubrir soluciones innovadoras, pero quien logra superar una crisis se supera así mismo, desarrolla sus aptitudes e incrementa su nivel de competitividad. 

Si tu empresa está enfrentando una dificultad, es probable que los demás competidores de la industria también lo estén, por lo que el innovar logrará crear una manera diferente de salir adelante. 

¿Cómo podemos reducir a la mitad los costos logísticos? ¿De qué forma reducimos el costo energético de nuestros edificios y sucursales? ¿Cómo podríamos acortar los plazos de cobranza? La Innovación Operacional, se hace cargo justamente de este tipo de desafíos, buscando generar soluciones e ideas disruptivas para los procesos y operaciones de la empresa. No se trata de generar ideas de mejora, sino adoptar nuevas formas de realizar los procesos. Como decía Steve Jobs, “Piensa Diferente, no Mejor”. 

Muchas de las más importantes innovaciones de la humanidad han surgido en tiempos de crisis. Frente a la pregunta “qué te duele” o “dónde te aprieta el zapato”, hay dos opciones: seguir haciendo más de lo mismo o innovar, hacer algo diferente y lograr zafarte de la crisis para lograr surgir”. 

Todos podemos ser creativos 

En realidad, basta con cambiar de sintonía en nuestro cerebro para desarrollar una mente creativa. Sólo hay que tener en cuenta tres reglas básicas: 

1. No confiar exclusivamente en los automatismos racionales de nuestro sistema nervioso (la experiencia). 

2. No admitir nada como único y definitivo. 

3. Desarrollar la imaginación a través de la producción constante de asociaciones.  

Casi toda lo producción de ideas creativas, que caracteriza a las personas que consideramos geniales, se basa en estos tres principios. Las ideas se les ocurren porque están abiertos a cualquier posibilidad y a no desechar ninguna hipótesis, por muy absurda que pueda parecer. 

Entonces ¿Cómo puedo ser creativa? 

Cada día los mercados y los consumidores están haciendo un impetuoso llamado para adquirir productos más originales y con mejores garantías de consumo, por lo cual, la creatividad se ha vuelto sustancial para cualquier ámbito laboral y de bienes y servicios. 

Un negocio es creativo cuando rompe los moldes de su funcionamiento y aprende a evolucionar a través de la aplicación de resoluciones imaginativas y de una enorme trascendencia para su expansión. 

Crear, ayuda a descubrir maneras de perfeccionar una idea y de enfocar mejor un asunto. 

Muchos emprendedores han logrado encarar con éxito tiempos complicados en sus negocios, pero hay muchos otros que se han rendido. 

Al igual en la moda, las tendencias de negocios también existen ¿cómo las estás implementado? ¿sienten tus clientes que como empresa han evolucionado? Siempre es recomendable estudiar cómo está tu industria en general ¿qué está haciendo la empresa líder de tu sector? Si fueras tu propia clienta ¿qué te gustaría recibir o ser atendida en estos tiempos? Estas preguntas podrían guiarte para comenzar a realizar un sistema de planificación acorde a tus necesidades.  

Lo que debes de saber 

Los verdaderos cambios se dan en una empresa cuando se alcanzan resultados constantes, originales, aplicables y medibles, y la creatividad juega un papel elemental. Ser constantes es el precio a pagar para alcanzar buenos resultados, porque es muy probable que de 10 intentos 1 salga bien. Y luego de eso, debes “medir los resultados”. Poner en marcha tu nuevo proyecto no te garantiza la victoria, debes esperar la respuesta de tus clientes y del mercado para luego concluir si realmente seguirás implementando tu nuevo producto y servicio.  

No olvidemos que las mejores ideas están dormidas en el inconsciente y cualquier cosa puede ayudarnos a despertarlas. 

El camino hacia la idea 

Aproximación al problema: El primer nivel del planteamiento. Cuando recibimos los datos y asimilamos los objetivos. Un primer examen racional a la información que se nos presenta. 

Preparación: Ordenación y clasificación de los datos. Solicitud de más información para completar las posibles carencias. 

Análisis: Un examen minucioso de los datos nos lleva a tomar conciencia de la auténtica dimensión del problema y de los subproblemas que de él se derivan. Al mismo tiempo llevamos a cabo un análisis lógico de las posibilidades de solucionarlo. 

Fase creativa: Exploración del problema desde ángulos alejados de su entorno.  

Periodo de incubación: Esta fase es fundamental. Nos alejamos temporalmente del problema y permitimos reposar las ideas, dejando libre al inconsciente para su proceso automático de selección. 

Proceso de síntesis: Durante este proceso se produce el acoplamiento de las ideas al problema que deseamos resolver. Es un momento de crítica, evaluación y selección. 

Selección final: Debemos elegir ahora la idea más interesante desde todos los puntos de vista, teniendo muy en cuenta su viabilidad y sus condicionantes económicos. Quizá muchas de las ideas que hemos manejado durante las fases anteriores no sirvan para resolver el problema, pero pueden servir para otro fin. Hay que catalogarlas y archivarlas porque seguramente en el futuro puedan sernos útiles. Un buen archivo de ideas es una mina de oro a la que siempre podremos recurrir. 

Basta con dar la vuelta a las cosas para que se nos ocurran pensamientos insólitos. Podemos hacer una lista original de acciones que debemos tomar para destruir una empresa. Después no tendremos más que fijarnos bien en esas cosas y tratar de evitarlas, haciendo justo todo lo contrario, para conseguir que nuestra empresa progrese por el camino adecuado. Invertir los conceptos para ver el otro lado de los problemas. Criticarlo todo, identificando las debilidades, para después, sobre ellas, construir las soluciones. 

Alterar el orden de las cosas es una fórmula creativa que puede dar muy buenos resultados y que merece la pena intentar siempre. Aumentar, reducir, eliminar o juntar dos cosas en una, como las prendas reversibles, que son por un lado abrigo y por el otro gabardina, o los mecheros-pisapapeles, los sofás-camas, y tantos otros ejemplos de convertir dos cosas útiles en una más útil todavía. Fórmulas todas ellas muy válidas para hacer trabajar la imaginación en busca de nuevas respuestas. 

Poner las cosas al revés. Lo de arriba abajo, lo blanco negro, lo ancho estrecho, las líneas rectas convertidas en curvas y las curvas en rectas; dar movimiento a lo que está parado, convertir lo opaco en transparente y hacer que la oscuridad se llene de luz. Mezclar lo nuevo con lo viejo, lo rústico con lo refinado. Trastocarlo todo es una forma muy interesante de descubrir nuevas formas, nuevos diseños, nuevas aplicaciones a todas las cosas. 

Restaurar las viejas ideas. Volver al pasado para rescatar viejos éxitos y viejos fracasos puede resultar de lo más interesante. Las ideas que funcionaron una vez pueden volver a hacerlo de nuevo. Una pequeña modificación que las actualice quizá sea el secreto de su éxito. Otras ideas que fracasaron en el pasado, a lo mejor eran demasiado modernas para su época y ahora es el momento de sacarlas de nuevo a la luz. 

Cambiar nuestra forma de pensar es el primer paso hacia la formación de una mente creativa, y eso está al alcance de todos nosotros. La creatividad es algo innato en todos los seres humanos. Que se desarrolle o no sólo depende de nosotros mismos. 

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