Categories MENTORING

Mentoras famosas y lo que toda empresaria puede aprender de ellas

En el camino del emprendimiento y el liderazgo femenino, contar con referentes que han marcado huella no solo inspira, sino que ofrece una guía concreta sobre cómo avanzar con mayor claridad y propósito. Las mentoras famosas, aquellas mujeres que han alcanzado posiciones de influencia y que además han dedicado parte de su carrera a compartir sus conocimientos con otras, son un faro para las empresarias que desean crecer con inteligencia, autenticidad y enfoque. A través de sus historias, sus decisiones estratégicas y sus errores transformados en lecciones, cada una nos muestra que el éxito no es una línea recta, sino una combinación de visión, resiliencia, empatía y determinación. Tomemos el caso de Ana Victoria García, fundadora de Victoria147, una de las primeras aceleradoras de negocios para mujeres en América Latina. Ana Victoria no solo construyó una plataforma de apoyo empresarial para miles de emprendedoras, sino que se convirtió en una mentora visible y accesible, con un mensaje claro: el talento femenino necesita espacio, red y herramientas para florecer. Su trabajo se ha centrado en cambiar la narrativa del emprendimiento femenino, enfocándose no solo en modelos de negocio escalables, sino también en el desarrollo personal de las fundadoras. De ella podemos aprender la importancia de crear ecosistemas, de no emprender solas, de rodearnos de otras mujeres que están atravesando desafíos similares y de convertir la experiencia en estrategia. Su visión de liderazgo colaborativo y su enfoque en la formación de mujeres líderes demuestra que el impacto no es solo económico, sino también social y cultural.

Por otro lado, Sheryl Sandberg, ex COO de Meta y autora del libro Lean In, ha sido una de las voces más influyentes del liderazgo femenino a nivel global. Aunque su experiencia viene del mundo corporativo más que del emprendimiento tradicional, sus enseñanzas son profundamente aplicables a cualquier empresaria que busque crecer con valentía. Sandberg nos habla de la necesidad de ocupar el lugar que nos corresponde en la mesa, de levantar la mano, de tomar decisiones difíciles y de no tener miedo al éxito. Uno de los aprendizajes más poderosos que comparte es cómo equilibrar la ambición con la vulnerabilidad, cómo liderar desde la autenticidad y cómo construir alianzas sólidas dentro y fuera de la organización. También destaca la importancia del “mentor sponsor”, esa figura que no solo aconseja, sino que abre puertas, te recomienda y te impulsa estratégicamente. Su llamado a “hacerse hacia adelante” no es un eslogan motivacional, sino una invitación práctica a dejar de subestimarnos y empezar a ocupar espacios clave en la economía y la innovación. Tanto Ana Victoria como Sheryl representan arquetipos distintos de mentoría femenina: una desde el corazón emprendedor en Latinoamérica, y otra desde la cima del liderazgo global en Silicon Valley. Ambas, sin embargo, comparten una misma raíz: el deseo de que más mujeres lleguen lejos, más rápido y más acompañadas.

Toda empresaria puede aprender de estas mentoras que el éxito requiere no solo trabajar duro, sino también trabajar inteligentemente con redes de apoyo. Que no es necesario esperar a “tenerlo todo resuelto” para comenzar a guiar a otras. Que compartir nuestra experiencia —así sea en círculos pequeños— ya nos posiciona como referentes para otras mujeres en desarrollo. Y que cada historia de crecimiento puede convertirse, si se comunica con generosidad, en una herramienta de transformación colectiva. El poder de la mentoría no está solo en lo que recibimos, sino en lo que decidimos devolver al mundo empresarial femenino. Aprender de quienes han abierto camino nos da perspectiva, pero también nos entrega el compromiso de seguir construyendo senderos para las que vienen detrás. Porque cuando una mujer avanza, no lo hace sola: lleva consigo a muchas otras que están listas para creer en su propia grandeza.

También Te Podría Gustar

Más de BGM