El ácido hialurónico es ampliamente utilizado en cremas, lociones, serum e incluso inyecciones para darle a la piel una apariencia más suave y tersa.
La capacidad de nuestro cuerpo para producir ácido hialurónico (AH) comienza a disminuir alrededor de los 30 años por lo tanto es recomendable añadir algún producto que lo contenga antes de los 30 años.
Sus principales beneficios y efectos al ser aplicado de manera tópica son:
Hidratante: el ácido hialurónico es popularmente conocido por ser un poderoso hidratante ya que atrae y retiene 1000 veces su peso en humedad, esto ayuda a mantener el equilibrio hídrico (hidratación) de la piel.
Antiarrugas: ayuda a reducir la apariencia de líneas finas y líneas de expresión ya que las moléculas de ácido hialurónico se hinchan con agua, esto provoca que aumenten su volumen, rellenando así las pequeñas arrugas de la piel, además cuando se combina el AH con agua se forma una estructura gelatinosa que le da a la piel firmeza y elasticidad.
Cicatrizante: ya que mantiene la humedad de la piel, el AH ayuda al proceso de regeneración de tejidos cicatrizando heridas y aliviando la inflamación.
Trata problemas a la piel: debido a su propiedad antiinflamatoria, el AH puede ayudar a prevenir la formación de acné y también puede reducir la inflamación de enfermedades a la piel como eczema y psoriasis.
En productos cosméticos el ácido hialurónico se puede encontrar como: “hialuronato de sodio”, “ácido hialurónico hidrolizado” o simplemente como “ácido hialurónico”.
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