Existen libros y libros, y What They Don’t Teach You At Harvard Business School, de Mark McCormack escrito en 1984 es de esos tesoros que no pasan de moda. Basado en su propia experiencia Mark estudió Derecho en Harvard, pero pasado sus 30 años de edad aprendió lo que nunca le enseñaron en la Escuela de leyes más aclamada de todos los tiempos.
Un abogado de Harvard nos enseña cómo “la Universidad de la Calle” y el sentido común aplicado correctamente, son tanto o más poderosos que cualquier master. Comenzamos esta nueva sección con este tema, porque es fundamental que nuestra mente entienda que hay algo que nadie nos lo puede enseñar, ese algo es lo que aprenderemos a medida que avanzamos. Es súper importante tomar nota de todo aquello que iremos adquiriendo en el camino; lo bueno, lo malo, lo terrible y lo excelente. Los que han tirado la toalla antes de tiempo es porque no comprendieron que la solución muchas veces está frente a nuestros ojos, pero la agonía no nos la deja ver.
Entrena tu mente con las siguientes enseñanzas que Mark nos comparte:
- Debes aprender a leer a la gente, nos es una asignatura de un Master, pero si es una asignatura de Vida. Esto te ayuda a tener y tomar mejores decisiones al conocer el comportamiento de la gente. Debes tener activados todos tus sentidos para lograrlo, debes escuchar lo que se dice y cómo se dice. Mirar y observar cómo la gente se presenta. Debes hablar menos, porque así aprendes más. Debes tomarte tiempo para reflexionar sobre todo lo que aprendes de las personas. Debes ser discreto, porque las personas discretas son más confiables.
- La forma que nuestra imagen transmite hacia los demás, los gestos más diminutos pueden generar grandes impresiones. ¿Qué espera la gente de nosotros? Para sorprender a la gente debemos hacer cosas inesperadas, así la mente de la gente se abre y nos ponen mayor atención. Debemos demostrar que somos personas eficientes, es decir, debemos respetar nuestra palabra, por ejemplo: ser puntuales, hacer lo que dijimos que haríamos, hacer promesas y cumplirlas, etc. Eso causa una buena impresión. Nunca digas algo que sabes que no podrás hacerlo, así no perderás credibilidad.
Al final todo se resume en tener sentido común, que como dice el dicho “es el menos común de todos los sentidos”, pero es algo que tenemos que desarrollar. Ser convincentes, ser amigables y cercanos con las demás personas es lo que no nos enseñan en las Instituciones, es lo que tienes que aprender a desarrollar para ir más allá de lo que la gente comúnmente va. Dominando esto estarás un paso adelante.
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